jueves, 14 de marzo de 2013

AGUA Y DEBILIDAD DE LA INGENIERIA ESTATAL


EL AGUA y Debilidad de la ingeniería estatal *

                                                      A raíz de los cortes del agua potable en la ciudad de Santiago, la gente se pregunta si ya no hay en Chile  personas capaces de prever  el corte de un vital servicio público , evitarlo y solucionarlo para que no se vuelva a repetir. Igualmente grave es que el Ministerio de Salud no tuviera la capacidad de revisar  la planta de cerdos de Freirina y corregir su diseño con un simple cálculo aritmético de la calidad y número de digestores que habrían permitido un funcionamiento sin olores.
Hasta 1970 el estado chileno tenía  una capacidad propia de ingeniería que le permitía hacer proyectos  y diseñarlos hasta el detalle. A veces contratistas privados los realizaban  pero tampoco era  pecado que proyectos complejos y con riesgo en su diseño los realizara el propio estado. La gran obra de captación  de agua subterránea bajo el rio Aconcagua, que surte   parte del agua potable a Valparaíso se hizo en esa forma.
La capacidad de ingeniería radicaba principalmente en el MOP, que tenía divisiones especializadas  en obras sanitarias , ferrocarriles , puentes , vialidad  y obras civiles en general .Pero además el Estado tenía a CORFO  y  tenía empresas estatales con grandes departamentos de ingeniería , como Endesa , en energía , Enap en petroquímica, CAP en siderurgia y Emco , en lo que llamábamos informática.
Cuando ocurrió el terremoto de 1960  y se produjo  el aluvión que embalsó el rio Riñihue amenazando con inundar la ciudad de Valdivia , fue el propio estado con sus ingenieros , encabezados por Raúl Sáez , los que  diseñaron la solución y la realizaron.
Actualmente todo eso se ha achicado a límites increíbles. El Estado no tiene capacidad propia ni siquiera para enfrentar una emergencia, como la sucedida en el agua Potable de Santiago.
Un diagnóstico rápido por expertos habría descubierto que el abandonado canal que comunica el embalse del Yeso,  con la planta de la Vizcachas  y  que está abandonado, habría llevado agua  limpia de El Yeso, sin tener que disponer de las embarradas aguas del rio Maipo. Tal vez habría que repararlo antes que se produzca el próximo aluvión.
¿Pero quién puede hacer ese diagnóstico, diseñar una solución y llevarla a cabo?
¿Quién tiene autoridad para enfrentar a EMOS y decirle que haga la obra con urgencia?

Este caso ilustra la realidad de lo que es  la de Superintendencia de Servicios Sanitarios SISS. Si uno analiza su organigrama, en ninguna  parte figura un Departamento de Ingeniería. Hay ingenieros pero cada uno tiene un área administrativa a cargo  llámese “normas””fiscalización”, “concesiones” “estudios” “medio ambiente y “tarifas” de acuerdo a sus funciones legales.
¿Habrá alguien capaz de revisar un proyecto, criticarlo, proponer otro mejor y finalmente diseñarlo hasta el detalle que permita construirlo? Es dudoso. ¿Y qué funcionarios serán capaces de proponer la empresa modelo que servirá para fijar las tarifas en los próximos  5 años? Seguramente habrá que contratar una empresa externa, que podría ser capturada por la gran empresa concesionaria.
No se trata de una Superintendencia pequeña y con solo un puñado de funcionarios: Lejos de eso , tiene 33 funcionarios de planta ( 10 son ingenieros) 164 funcionarios a contrata y 12 a honorarios. Lo que pasa es que entre sus funciones NO está revisar, mejorar o  decidir proyectos que puedan mejorar el servicio  o prever emergencias. El Estado ha delegado esas funciones y no se sabe bien en quien las delegó.
Esta situación de la carencia de ingeniería afecta  a diversas áreas  que impactan  directamente a la población. Los errores en el diseño de viviendas sociales que se arrastran  por varios gobiernos, la espera de años para eliminar la llamada Rotonda Perez Zujovic, obra compleja y que cada vez se hace más  crítica ,  con el proyecto del túnel bajo la Costanera Andrés Bello que tendrá que comunicarse con los enormes edificios en su costado Sur y con la nueva Costanera Sur que termina precisamente en esa zona.
Se hace urgente  reparar esta carencia. Así como en Chile  existe una Contraloría General que revisa la legalidad  de los decretos supremos, así debe haber un sistema estatal de ingeniería que  controle la calidad de los proyectos y asegure, por encima de toda otra consideración, la calidad de la vida de los afectados. Al  mismo tiempo debe  mantener la capacidad de decidir obras de emergencia  que impidan  accidentes y prevea la ocurrencia de catástrofes por errores manifiestos en los proyectos.
Sería aparentemente muy fácil dotar a CORFO de sus antiguas facultades, que en gran parte se han conservado. Pero el Chile de hoy no acepta soluciones centralistas. Las regiones reclaman autonomía y capacidad propia de ingeniería. Por eso el sistema de ingeniería estatal debiera implementarse  creando capacidad de ingeniería  multidisciplinaria a nivel de los Gobiernos Regionales que deberán integrar una Red  nacional que les permita  cooperar entre ellas y reforzarse mutuamente.

*Publicado en El Mostrador el 14/03/2013
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