sábado, 24 de septiembre de 2016

Austeridad solución de tontos


FRENCH-DAVIS Y LA COYUNTURA ECONÓMICA.

Entre los economistas demócratas cristianos  Ricardo French Davis se destaca por sus posiciones  opuestas al neoliberalismo y por ser  partidario de las políticas interventoras e impulsadoras  keynesianas de la economía.

En una entrevista larga en el diario PULSO del 20 de Septiembre, no tiene ningún  empacho en decir:

“La regla fiscal es para situaciones normales y es importante para cumplir los compromisos. Ahora estamos en una situación de emergencia y para ello, hay que hacer programas especiales de gasto. Pero no se necesitan bonos  sino que inversión en proyectos claros y productivos que dejan huella como una construcción de una carretera, una concesión llamada y con plazos establecidos, consultorios, reparación de escuelas, líneas de crédito para las pymes. En el presupuesto hay que tener la línea normal y con gastos permanentes consistentes con los ingresos permanentes y otra línea de reactivación y emergencia en inversiones”.

Sorprende que en esta línea no haya sido acompañado por ningún economista socialista. En cambio, en página completa en entrevista  un ex Ministro de Hacienda socialista, defiende el equilibrio y amenaza con que Chile podría  perder la clasificación de las agencia calificadoras de crédito.

Es ya un hecho comprobado que  la militancia socialista está sirviendo sólo para postularse o repostularse a cargos elevado en el Gobierno . Pierden la sensibilidad así con la gravedad del momento económico y aprovechan de la confianza que la Presidenta Bachelet, tiene en algunos economistas que la rodean que diseñaron la regla fiscal del excedente presupuestario en condiciones del alto precio del cobre.

Como lo señalan las declaraciones de los dirigentes de la SOFOFA  el producto industrial tuvo una caída de casi 10% en Julio pasado. La situación se volverá dramática en términos de empleo si no hay una reacción rápida frente a la emergencia. French Davis la resume así en su entrevista:    “Si no se hace nada, Chile en  2017 terminaría estancado.”

¿Es ese el escenario económico que buscan los dirigentes socialistas para enfrentar las elecciones del próximo año?                      22 de Septiembre 2016

viernes, 9 de septiembre de 2016

PEQUEÑOS AUTOS ELÉCTRICOS, OPORTUNIDAD INDUSTRIAL

LA GRAN OPORTUNIDAD INDUSTRIAL DE ESTE SIGLO
                                                                                                 Ernesto Benado.
Chile ha perdido su potencial industrial. Olvidados están los tiempos en que sus empresarios proclamaban: CHILE ES Y SERA UN PAIS INDUSTRIAL.
La decadencia  tiene múltiples explicaciones , la principal es que si las AFP tienen una rentabilidad del 25% anual , y la banca del 15% anual , no hay actividad industrial que pueda competirles .¿se puede revertir la tendencia a la desindustrialización chilena?
En esta primera mitad del siglo XXI se presenta una oportunidad única de revertir esa decadencia. La fabricación de automóviles eléctricos, reúne condiciones  tan particulares que Chile podría emprenderla exitosamente. La sustitución de los automotores que queman combustibles y dañan el medio ambiente es un hecho innegable. Ya hay países como Holanda, Suecia y Noruega que han fijado un límite en años para prohibir su circulación. Esa tendencia se extenderá a nivel mundial y también llegará a nuestro país.
Chile abandonó  la producción de automóviles con motores de combustión interna ( gasolina y diésel) en la década del 70 . En realidad hubo intentos por ensamblar autos y camionetas con motores , cajas de cambios y transmisiones importadas .Hubo también intentos  de integrar partes de la industria con fabricantes argentinos, pero todos ellos fueron haciéndose antieconómicos , con la llegada masiva de los automotores , primero japoneses y después asiáticos . La razón es sencilla, la producción  de los motores de combustión interna es compleja y  muy dependiente de la economía de escala, producir un motor a gasolina o diésel, no puede hacerse económicamente a escalas  menores a un millón de unidades anuales .Esas producciones están fuera del alcance de países pequeños como Chile , con mercados de sólo un par de cientos de miles de vehículos al año  Lo mismo sucedió con países como Suecia  que se fueron retirando de la fabricación  doméstica y  sus marcas y diseños fueron adquiridas por otras multinacionales. ¿Qué cambia para los automotores eléctricos?
Los motores eléctricos usados  para impulsar automóviles  son de un diseño simple y pueden fabricarse en series mucho más pequeñas, incluso de decenas de miles  de unidades anuales. En Chile ha habido y hay fabricación de motores eléctricos de distintos tipos y calidades .Existe por lo tanto la experiencia y los materiales básicos para su producción.
Es claro que la fabricación de automóviles no es sólo la fabricación de los motores de corriente continua que los impulsan. Muy principalmente habrá que fabricar las baterías de litio recargables, las ruedas y llantas, el sistema de amortiguadores, los mecanismos de dirección, el sistema de frenos  y la carrocería. Cada una de esas partes y sistemas  representa un desafío tecnológico  y significaría un compromiso nacional para innovar y superar. Chile posee el capital humano y cierta tradición  en ingeniería mecánica, que permitiría enfrentar esos desafíos.
¿Qué medidas en el campo económico se requerirían para  desarrollar esa industria nacional de automotores eléctricos?
Primero, declarar de interés nacional la fabricación en Chile de un vehículo eléctrico de tamaño pequeño y estimar la demanda en 50.000 unidades anuales. Prohibir durante 10 años  la importación  de ese tipo de vehículos  que estén por debajo de US$ 25.000 la unidad FOB.
Segundo, aprobar por una ley de quorum calificado la creación de una empresa nacional de automóviles eléctricos que puede ser estatal o mixta en asociación con alguna empresa internacional que posea avances tecnológicos y  permita  desarrollar los prototipos y escalar la producción  de los nuevos diseños en menor tiempo.
Tercero, Establecer  en la ley que la fabricación de las partes del automóvil eléctrico se  radicarán en las Regiones con menor desarrollo económico. En especial  se estudiará  la instalación de la planta ensambladora y de montaje de los vehículos en la Región de la Araucanía.
A pesar que la sustitución de los vehículos automotores contaminantes es un hecho comprobado a nivel internacional y que a quieras o no llegará a nuestro país, el lobby de los importadores de vehículos  representa un poder económico de gran peso .Chile importa  cada año en promedio 300.000  vehículos de diferentes marcas y procedencias, dos tercios de ellos corresponden a los vehículos pequeños y medianos más vendidos. El mercado de los automóviles de mayor precio y tamaño, los buses, los camiones y camionetas, integran  un mercado distinto y que sólo será afectado por el impulso eléctrico a más largo plazo. También existe hoy un mercado importador y distribuidor de partes y repuestos de significativo valor económico al que se suma la existencia de gran cantidad de talleres y mano de obra utilizada para el mantenimiento  y reparación de los vehículos. La suma de esos mercados tiene un impacto  en el Producto Interno Bruto del país y no es propósito de esta nota señalar  los efectos que tendrá la tendencia inevitable  de disminuirlo.
La fabricación nacional de vehículos eléctricos de tamaño pequeño y de gran demanda popular afectará la globalidad del mercado automotriz, pero su efecto será limitado.
Su principal impacto será el revertir la decadencia de la industria manufacturera chilena y fomentar el uso de mano de obra tecnificada y su implantación a nivel regional.

30 de Agosto  2016