CAMILO: ¿un
caso clínico?
Se entiende que quiera volver a ser Presidente del PS y
ganar la elección interna.
Mal que mal es fuera del partido donde no le ha ido bien.
Está entre las tres figuras políticas que genera más rechazo en el público. ¿Será
solo porque tiene el seño muy adusto en
las fotos?
Pero ¿por qué escribe casi a diario artículos sobre los más
variados temas ninguno de ellos con cierta profundidad? ¿Estará mal aconsejado por una periodista cercana? A sus
notas se suman entrevistas a página completa en El Mercurio, La Tercera y
últimamente en la revista Caras del 30
de Diciembre. En ésta se declara alumno del “maestro Clodomiro Almeyda Medina”,
quien no lo apreciaba especialmente y se lanza contra los integrantes del gobierno que quieren
hacer todos los cambios prometidos de golpe. Precisamente es lo que han
aconsejado los que entienden de política: para terminar con la incertidumbre
hay que hacer los cambios con rapidez, pues la incertidumbre altera la economía
y desestabiliza el gobierno. Como guinda de la torta , hace unos días en uno de
sus habituales comentarios , le hizo un llamado a la UDI para que se disuelva
como partido políticos ¡como si él fuera el llamado a aconsejar a los
empresarios y a la derecha para la
defensa de sus intereses .!
Hace unos años un
grupo de periodistas socialistas de la Nueva Izquierda lo sometieron a una prueba de conocimientos
en temas de alto valor político para ver en cuantos estaba bien preparado.
Resultado: sólo dominaba un tema de relevancia: los derechos
humanos.
Desde entonces ha hecho muchos esfuerzos por perfeccionarse, especialmente en el área
económica. Participó activamente en la comisión de Hacienda del Senado y discutió
8 proyectos de Presupuesto de la Nación. No queda claro que su fuerte
sea la economía..
¿Que lo impulsa a superarse constantemente , a ser duro de
matar , como si tuviera un destino predestinado fuera del PS? Declara, “ Como
dice mi señora , soy igual a Bruce
Willis”
El año 92 , cuando fuera
elegido presidente del PS , en casa de una querida compañera que ahora
ya no es de la Nueva Izquierda , se celebró su cumpleaños y por primera
vez alguien empezó a corear : ¡se siente,
se siente , Camilo Presidente!
Desde entonces, él se siente candidato a la Presidencia de la
República. Y ninguno de sus tropiezos lo ha hecho abandonar esa aspiración.
Algunos de sus compañeros de ruta en el PS , muy bien
preparados y con carreras políticas prometedoras como Luis Maira , Jorge Arrate
y Jaime Gazmuri , se dieron oportunamente cuenta que el tiempo no estaba para
ellos y se retiraron , a su pesar, de esa difícil carrera. Aceptaron ser embajadores.
En estos más de 20 años, Camilo ha enfrentado
el tiempo de los presidentes DC , el tiempo de Ricardo Lagos
y finalmente el doble tiempo de Michelle Bachelet , quien lo
reemplazó inesperadamente como candidata socialista. Tuvo el mérito de
apoyarla en su primer período.
Cuando Frei, el candidato DC. ,fue derrotado por Piñera,
pareció que ahora sí le tocaba el turno
, pero la popularidad creciente de Michelle le volvió a cerrar el camino. ¿Será
este su momento?
Camilo sabe que su
candidatura debe ser aceptada por la DC. y que ahora deberá apoyar a un candidato de ese partido ,pues
acercándose a ellos , tal vez pueda
pedirles reciprocidad para 2021.
¿Alguna falla en ese razonamiento?
La candidatura de Michelle apoyada por la Nueva Mayoría fue
y está siendo un proyecto colectivo en el cual varias reformas estructurales están destinadas a cambiar puntos
básicos del modelo económico y social
del país .Nunca más un proyecto de izquierda podrá presentarse sin un
programa afirmativo: “queremos esto,
esto y eso”. Pasó la hora de mi General Ibáñez, como un líder unipersonal y sin programa.
Entonces ¿Cuál sería el Programa o el conjunto de propuestas
que apoya Camilo?
¿Renacionalizar el cobre?, ¿Profundizar la autonomía
regional? ¿Cambiar la Constitución? ¿Modificar el sistema de pensiones? ¿Mejorar
la salud pública? ¿Reindustrializar
Chile?
Sobre ninguno de estos temas se conoce su posición en
términos positivos. El escribe sobre la igualdad, un concepto muy amplio que debe llenarse de contenido. ¿En qué forma?
¿Aumentando el impuesto a los ricos?
¿Disminuyendo el IVA a los alimentos?
¿Impulsando la movilidad social?
¿Terminando con la segregación de las poblaciones?
No hay respuestas. Alguien parece que le aconseja no
definirse en público sobre temas controversiales.
Su plan hasta ahora es muy simple y revelador: Primero ganar
la elección en el PS y restablecer su dominio sobre la militancia y los
parlamentarios. Si él vuelve a decidir quiénes pueden ser candidatos a cargos
de elección y quienes pueden ser nominados en los cargos de gobierno volverá a
tener el control total. Con eso podrá asegurar el apoyo del socialismo al
candidato Demócrata Cristiano a la Presidencia en el 2017, aunque éste no esté
aún designado. Será la ocasión de firmar un pacto de reciprocidad para el 2021.
También ahí tiene una falla de fondo. La figura de Isabel
Allende tiene una gran ventaja sobre él
en la opinión pública. No provoca rechazo
y es la figura política mejor evaluada como Presidenta del Senado. Suponiendo
que la elección interna en el PS no está decidida y que él le gane y pueda reimponer
su ruta prefijada ¿cómo quedará entre la gente del pueblo y aún en su propio partido, por haber
derrotado a la hija de Salvador Allende, quien está bien evaluada como
futura candidata a la Presidencia de la
República? Es el dilema que enfrenta la
compañera Bachelet, quien ya pasó por el trauma de tener que entregar la banda presidencial a un candidato de derecha al final de su
periodo.
Cuando una persona se convierte en un caso clínico, es el
momento de ir a consultar al médico.
EBR 27/I/2015
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