LA VENTA DE
RECALCINE Y SU PROYECCIÖN NACIONAL
Ernesto Benado R.
La venta de
CFR (Corporación Farmacéutica Recalcine) al grupo internacional Abbott, debe
analizarse dentro de un conjunto de
ofertas de adquisiciones de grandes empresas norteamericanas a grandes empresas
francesas e inglesas , que se desarrollan en estos días.
La primera ,
también en el rubro farmacéutico es la oferta de compra de Pfizer a la gran
empresa inglesa AstraZeneca, hasta ahora destacada por su investigación en
nuevas medicinas. La oferta de Pzizer
alcanza a los US106.000 millones , es decir 36 veces más que lo que Abbott
ofrece por CFR (US$ 2.900 millones).
Esto da una idea de la inmensidad del mundo de la industria farmacéutica vinculada a la producción de
medicinas y al tratamiento de nuevas enfermedades.
Esta oferta
de compra fue discutida en Inglaterra desde dos puntos de vista diferentes: el
del gobierno conservador que mantiene que es una negociación entre privados y
que el gobierno no debe intervenir, salvo como garante de ciertos intereses de
importancia nacional, que no se especifican. La oposición laborista, en cambio,
se opone a la transacción, asegurando que Pzizer tiene un pésimo historial en deshacer las empresas que adquiere,
reducir su personal y trasladar la investigación científica, en la que es
fuerte Astrazeneca a la casa matriz de Pfizer en Estados Unidos. La venta no se
ha concretado pues el debate y los argumentos en el parlamento inglés decidieron a Pfizer a retirar su oferta de
adquisición el 27 de Mayo .
La segunda oferta
de compra tiene que ver con el área de la energía y el transporte. La gran
empresa francesa Alstom ha recibido una oferta de adquisición de la mega
corporación norteamericana General Electric (GE), por US$16.000 millones,
aclarando que sólo se interesa por la parte de Alstom que produce las grandes
turbinas de gas y vapor que se usan para las plantas de energía. Es decir, no
se interesa por el momento en el rubro
transporte , donde Alstom se ha destacado por el diseño y construcción de los
trenes de alta velocidad. A diferencia de Inglaterra el gobierno socialista francés está
interviniendo activamente en la
negociación y ha puesto en duda la conveniencia de la venta del negocio de energía
ya que existe, a escala mundial, una gran escasez de turbinas para la
generación de electricidad , lo que se traduce en los largos plazos de entrega
de estos equipos vitales para la generación de electricidad. Dada la estrecha
relación entre la economía francesa y la alemana, y su común integración en la
Unión Europea, ha surgido la posibilidad que
la compra de Alstom, sea hecha por la Siemens lo que garantizaría la
mantención de los trabajadores en Francia.
En los dos
casos señalados la preocupación se refiere a evitar el despido de personal calificado y a mantener la capacidad de
investigación, en que se destacan las dos firmas que se adquieren, en los territorios
nacionales que las originaron. Tema aparte es el valor de las patentes
internacionales, que se traspasan a los nuevos dueños y que son consideradas como bienes
desarrollados con gran parte por el esfuerzo del estado a través del apoyo a la
investigación científica.
A partir de
estos dos casos en desarrollo ¿Qué se puede destacar en la compra de CFR por el
grupo Abbott?
Primero, que
se presenta como una simple operación comercial en que a la capacidad
comercializadora de CFR en varios países sudamericanos ( Perú, Colombia,
Argentina y Chile) se sumará la penetración comercial de Abbott en México y
Brasil. Se estima que las ventas de Abbott se incrementarán en US 900 millones
al año en el área del continente. Como se ha revelado, las conversaciones se
han desarrollado en Estado Unidos y Abbott ni siquiera se ha interesado por
conocer las instalaciones y laboratorios
en Chile.
Segundo, que
existía verdadero interés por parte de CFR y de su gerente y controlador don
Alejandro Weinstein por ampliar la
capacidad de desarrollo de nuevos
productos farmacéuticos, lo que se había traducido en la adquisición de empresas en el extranjero que tenían potencial de
desarrollo de nuevos productos, especialmente vacunas, y en ampliar la
capacidad nacional de investigación en Chile. Además se hizo una notable
negociación para adquirir la empresa y laboratorio sudafricano Adcock. en que
se indicaba el camino propio de CFR para convertirse en una empresa internacional
farmacéutica. Esa operación fracasó porque precisamente el gobierno sudafricano
no quiso que su industria farmacéutica fuera controlada por intereses extranjeros.
¿Qué hizo
cambiar la estrategia de CFR, abandonar sus planes propios de investigación y desarrollo,
su ampliación a ser un actor internacional en el negocio de la comercialización y
fabricación de medicamentos? Hasta el momento es un misterio.
Tal vez la
expresión corriente entre los economistas:”nadie se resiste a un cañonazo de un
millón de dólares” esté detrás de la
venta CFR. El futuro dirá si el cambio es bueno para Chile y si el gobierno
chileno debiera haber intervenido en la negociación.
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