martes, 12 de agosto de 2014

TRANSICIÓN AL SOCIALISMO (I parte)

TRANSICIÓN EN CUBA.

El día 29 de Marzo el Parlamento cubano ha adoptado una nueva ley de inversiones, reemplazando a la que rigió por casi 20 años y que no produjo resultados tangibles.La nueva ley permite la inversión extranjera en todas las áreas económicas, excluyendo sólo la educación, la salud, la defensa y los medios de comunicación.
Las empresas que hasta ahora podían ser mixtas es decir con mayoría del estado cubano, podrán ser 100% extranjeras. Esas nuevas empresas tendrán un periodo de 8 años sin pagar impuestos a las utilidades y cuando pase  esa moratoria el impuesto actual del 30% se reducirá al 15%.
Se dan garantías de no expropiación para las nuevas empresas y de que los inversores podrán venderlas o traspasarlas. El único punto vigente  de la ley antigua es que todavía las empresas extranjeras no podrán contratar directamente a los trabajadores sino que  deberán contratar  obreros proporcionados por el estado cubano es decir el gobierno cubano actuará como un subcontratista que proporciona la mano de obra.
Según  el ministro de inversiones extranjeras Rodrigo Malmierca, Cuba espera un flujo deentre 2500 y 3000 millones de dólares al año, que en deseos del Ministro, se orienten a la ganadería.
Son cambios importantes que implican  un quiebre en algunas  ideas básicas que orientaron la Revolución Cubana en sus 55 años de vida. En realidad y basándose en las informaciones  de visitantes a la isla, que están al corriente de la situación económica y social cubana, el cuadro es desalentador El cambio económico se ha hecho indispensable y urgente.
El idealismo de los primeros años se ha perdido. La gente no quiere a Raúl Castro, pero mantiene su admiración por Fidel .El 80% de la economía productiva de Cuba  pertenece o es administrada por la Fuerzas Armadas Revolucionarias. Un yerno de Raúl, Luis Alberto Rodríguez tiene a su cargo esas empresas y recién ha sido ascendido a general.
El propio Raúl, hace un año, declaró  que Cuba es el único país donde un millón de empleados estatales  recibe sueldo sin trabajar. Las medidas de  dejar sin  sueldos a ese millón, es en parte  lo que provoca la impopularidad de Raúl Castro. Los funcionarios  civiles, incluso los que ocupan altos cargos, reciben sueldos tan bajos, que deben buscar un segundo  trabajo, incluso en servicios menores para sobrevivir siendo comunes los actos de corrupción.
 El bloqueo  norteamericano  ha jugado un rol en la situación económica de Cuba en los 55 años desde el triunfo de su revolución. Pero ese factor negativo debe también ponderarse considerando, la ayuda prestada durante tres décadas  por la ex URSS, el que la Unión Europea, Canadá, China y los demás países de América Latina hace años  que comercian libremente con Cuba.
 En forma muy principal hay que mencionar el apoyo de Venezuela que en los últimos años ha  aportado 6.000 millones de dólares anuales  en petróleo y  el financiamiento  de Brasil a la construcción de un nuevo puerto en  Mariel , con todas sus instalaciones. Hay que sumar las remesas de dinero de los familiares que viven en exilio en EE.UU. y que tienen montos significativos para una gran cantidad de familias.
Cuba ha llegado  a un punto crítico .El crecimiento alcanza a un 2.5% al año , mientras el plan estatal lo fijaba en un 7% .Hay nula inversión  en los sectores productivos. No sólo no pueden exponerse  a una interrupción  de la ayuda venezolana, sino que deben enfrentar  la escasez crónica de alimentos en que una gran proporción de ellos  siendo  de origen extranjero   deben importarse.
¿COMO  REEMPLAZAR AL CAPITALISMO?
Parece oportuno a propósito de los cambios en Cuba hacer un análisis de los esfuerzos por reemplazar el capitalismo emprendido por diferentes países y ubicar la situación cubana, dentro de ese cuadro.
Cada país  que a partir de una revolución ha anunciado su intención de construir el socialismo, lo ha hecho por un camino distinto. En la URSS, en las llamadas democracias populares  y en Cuba, la propiedad de las empresas ha sido totalmente  estatal. En Vietnam, la información sobre la propiedad de las empresas no es clara, aunque parece que en el cultivo de la tierra, hay  propiedad colectiva y cooperativas.
En China se mantiene en general la propiedad estatal, pero se crearon  zonas geográficas en que se puede tener empresas privadas y se  impulsa la inversión extranjera en ellas. En la ex Yugoeslavia, país muy cercano ideológicamente con el Partido Socialista chileno, se intentó  la autogestión, en que las rentas de las empresas  estatales se dividían entre el estado nacional, la región y el colectivo de trabajadores de la empresa.
De todas  las experiencias que se conocen ninguna ha significado  una transición verdadera al socialismo o al comunismo. Son experiencias de capitalismo de Estado, sin o con muy poca democracia , sin ninguna participación de los trabajadores en las decisiones principales de la conducción del proceso de transición y mucho menos en la forma como se  dispone del excedente económico.
¿Estará ahí la explicación del muy poco avance en la construcción de un nuevo modelo de sociedad?
Después de la desaparición de la URSS hace ya 24 años, de la jibarización o desaparición de los Partidos comunistas en casi todo el mundo y de la adhesión del Partido Socialista de Chile a la Internacional socialdemócrata, se ha empezado a meditar  tanto individual como colectivamente que si  un Gobierno dirigido por socialistas o en el cual participan los socialistas  tiene un fracaso económico, ese fracaso  conduce inevitablemente a una derrota del gobierno y su política.
 Muchas veces ese fracaso significa un gran retroceso en la democracia y en los derechos humanos.
El problema de la propiedad de la tierra y  de las empresas  parece haber dejado de ser el aspecto fundamental para propiciar el cambio  del capitalismo, y el punto focal se ha trasladado al cómo se produce  y distribuye el excedente económico es decir aquella parte del Producto Nacional Bruto  que queda disponible después de lo que reciben los trabajadores  como remuneraciones y que se restan de él  los factores indispensables para que el modelo productivo crezca y sea sustentable.
Llevado a nivel de las empresas hay una corriente entre los economistas marxistas  que plantea  centrar los esfuerzos en que la dirección de  ellas, es decir en el consejo directivo  de cada empresa sea integrado por los propios trabajadores productivos de esa empresa, quienes deben decidir lo que se hace con el excedente económico y respetando la parte que corresponde al propio estado.
Esta propuesta que significaría un cambio total en lo que hasta aquí se ha hecho en Cuba, en China y en  los esfuerzos conocido por  crear la participación efectiva de los trabajadores en la producción y en la distribución del excedente económico, es el gran tema de discusión para reemprender la transformación  de la sociedad capitalista hacia un modelo social más justo y equitativo.
31 de Marzo 2014


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