viernes, 18 de octubre de 2019

LA FALTA DE INICIATIVA EMPRESARIAL


SUPERAR LA FALTA DE INICIATIVA EMPRESARIAL
                                                   Ernesto Benado
Las cúpulas de las organizaciones empresariales sean la Sociedad de Fomento Fabril o la Confederación de Comercio de Santiago o la Confederación Nacional de Comercio han iniciado una campaña general para oponerse a la reducción de la jornada laboral, la llamada semana de las 40 horas , propuesta que tiene un respaldo de más del 70 % de la población en las encuestas nacionales.
Sus argumentos son varios y no es necesario repetirlos: se aumentará el costo de la mano de obra y eso , en algunos sectores productivos, puede provocar una reducción de las utilidades.
Ha sido por eso algo sorprendente que el economista que escribe en El Mercurio, don Jorge Marshall, haya analizado en profundidad las limitaciones de la clase empresarial chilena
.Dice en  párrafos resumidos:
“La evidencia indica que los ejecutivos responsables de decisiones en este ámbito asumen una posición de subordinación…. Este modelo de decisión puede tener ventajas en la gestión de las actividades habituales, pero definitivamente no funciona cuando se trata de explorar nuevas tendencias” …En las economías avanzadas las decisiones empresariales están sometidas a un continuo escrutinio horizontal que proviene de mercados de capitales activos y profundos…
“En Chile en cambio, esta presión externa está restringida predominando el control jerárquico que ejercen los grupos económicos y las empresas multinacionales.”
Y ¿Cómo termina este análisis de las limitaciones empresariales chilenas?
“En síntesis, para avanzar hacia el desarrollo necesitamos explorar nuevos campos y construir nuevas capacidades.”
Es sorprendente que se pueda hacer un examen de las limitaciones para el desarrollo en nuestro país y no se hagan propuestas para superar el lento crecimiento  que está viviendo Chile. Tal vez las propuestas para impulsar el desarrollo en Chile no puedan venir de los economistas, sino que ellos sólo contribuyen a los análisis y fijan las limitaciones macroeconómicas, pero las propuestas concretas de las iniciativas deben provenir de otros profesionales y de especialistas en diferentes áreas técnicas productivas.
Durante los 30 años desde el regreso a la democracia los llamados “industrialistas” hemos insistido en que para llegar al desarrollo se deben impulsar proyectos industriales y superar la desindustrialización que caracterizó al gobierno militar. La participación de la industria en el Producto Interno Bruto alcanzaba hasta antes del golpe a un 25%, que se sigue reduciendo para alcanzar un magro 10%  en la actualidad.
Lo más grave es que no existen propuestas provenientes de las organizaciones empresariales, ni de la Corporación de Fomento, ni de la Fundación Chile para revertir esa tendencia, ni tampoco hay ningún órgano de Gobierno preocupado por superar la desindustrialización y/o proponer iniciativas industriales concretas. Es un tema inexistente para las autoridades, donde no es prioridad del Estado, más bien sería algo nefasto, proponer o impulsar proyectos que permitan superar la crisis de crecimiento actual. Todo queda entregado a la iniciativa de inversión de los capitalistas privados, chilenos y extranjeros, que evidentemente están interesados por invertir en proyectos menos riesgosos y con retornos de más corto plazo.
Chile vive una emergencia hidráulica, por la sequía que enfrenta la mitad centro norte del país . Es una gran oportunidad para enfrentarla con proyectos estatales o mixtos con participación privada, nacional y extranjera, que a la vez den impulso a proyectos en que intervengan industrias existentes o nuevas, que permitirían superar esta crisis que afecta no solo a la agricultura, sino también a los hogares de una buena mitad de la población.

publicado en Elmostrador  16 Octubre 2019

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