SUPERAR LA FALTA DE INICIATIVA
EMPRESARIAL
Ernesto Benado
Las cúpulas de
las organizaciones empresariales sean la Sociedad de Fomento Fabril o la
Confederación de Comercio de Santiago o la Confederación Nacional de Comercio
han iniciado una campaña general para oponerse a la reducción de la jornada
laboral, la llamada semana de las 40 horas , propuesta que tiene un respaldo de
más del 70 % de la población en las encuestas nacionales.
Sus argumentos
son varios y no es necesario repetirlos: se aumentará el costo de la mano de
obra y eso , en algunos sectores productivos, puede provocar una reducción de
las utilidades.
Ha sido por eso
algo sorprendente que el economista que escribe en El Mercurio, don Jorge
Marshall, haya analizado en profundidad las limitaciones de la clase
empresarial chilena
.Dice en párrafos resumidos:
“La evidencia
indica que los ejecutivos responsables de decisiones en este ámbito asumen una
posición de subordinación…. Este modelo de decisión puede tener ventajas en la
gestión de las actividades habituales, pero definitivamente no funciona cuando
se trata de explorar nuevas tendencias” …En las economías avanzadas las
decisiones empresariales están sometidas a un continuo escrutinio horizontal
que proviene de mercados de capitales activos y profundos…
“En Chile en
cambio, esta presión externa está restringida predominando el control
jerárquico que ejercen los grupos económicos y las empresas multinacionales.”
Y ¿Cómo termina
este análisis de las limitaciones empresariales chilenas?
“En síntesis,
para avanzar hacia el desarrollo necesitamos explorar nuevos campos y construir
nuevas capacidades.”
Es sorprendente
que se pueda hacer un examen de las limitaciones para el desarrollo en nuestro
país y no se hagan propuestas para superar el lento crecimiento que está viviendo Chile. Tal vez las
propuestas para impulsar el desarrollo en Chile no puedan venir de los
economistas, sino que ellos sólo contribuyen a los análisis y fijan las
limitaciones macroeconómicas, pero las propuestas concretas de las iniciativas
deben provenir de otros profesionales y de especialistas en diferentes áreas
técnicas productivas.
Durante los 30
años desde el regreso a la democracia los llamados “industrialistas” hemos
insistido en que para llegar al desarrollo se deben impulsar proyectos
industriales y superar la desindustrialización que caracterizó al gobierno
militar. La participación de la industria en el Producto Interno Bruto
alcanzaba hasta antes del golpe a un 25%, que se sigue reduciendo para alcanzar
un magro 10% en la actualidad.
Lo más grave es
que no existen propuestas provenientes de las organizaciones empresariales, ni
de la Corporación de Fomento, ni de la Fundación Chile para revertir esa
tendencia, ni tampoco hay ningún órgano de Gobierno preocupado por superar la
desindustrialización y/o proponer iniciativas industriales concretas. Es un
tema inexistente para las autoridades, donde no es prioridad del Estado, más
bien sería algo nefasto, proponer o impulsar proyectos que permitan superar la
crisis de crecimiento actual. Todo queda entregado a la iniciativa de inversión
de los capitalistas privados, chilenos y extranjeros, que evidentemente están
interesados por invertir en proyectos menos riesgosos y con retornos de más
corto plazo.
Chile vive una
emergencia hidráulica, por la sequía que enfrenta la mitad centro norte del
país . Es una gran oportunidad para enfrentarla con proyectos estatales o
mixtos con participación privada, nacional y extranjera, que a la vez den
impulso a proyectos en que intervengan industrias existentes o nuevas, que
permitirían superar esta crisis que afecta no solo a la agricultura, sino
también a los hogares de una buena mitad de la población.
publicado en Elmostrador 16 Octubre 2019
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